Según Karasin, la tendencia hacia la normalización de los contactos entre Georgia y Moscú surgió hace varios años, cuando "el partido de Mijaíl Saakashvili perdió las elecciones parlamentarias y se formó un nuevo Gobierno en el país".
Como consecuencia, Moscú y Tiflis lograron mejorar las relaciones en los ámbitos comercial y logístico, así como fortalecer sus vínculos humanitarios.
"Solo en 2017 el comercio bilateral creció un 30%. Rusia se convirtió en el segundo socio más importante de Georgia y en el mercado principal para su producción, sobre todo la vitícola", declaró Karasin, en una entrevista con el medio ruso Izvestia.
El diplomático agregó que actualmente se está trabajando para el restablecimiento del puesto de control fronterizo de Verjni Lars entre la nación caucásica y Rusia. La apertura de este punto facilitará viajar entre los dos países.
La noche del 8 de agosto de 2008, las Fuerzas Armadas de Georgia atacaron Osetia del Sur y destruyeron una parte de su capital, Tsjinval. En respuesta a la ofensiva de Tiflis, Moscú envió a sus tropas a la exrepública soviética, ya que muchos ciudadanos de Osetia del Sur eran también ciudadanos rusos. Después de cinco días de duros enfrentamientos, el Ejército ruso consiguió expulsar a las tropas georgianas de la región.
A finales de agosto del mismo año, Moscú reconoció la independencia de las antiguas autonomías georgianas de Abjasia y Osetia del Sur. Georgia respondió a esta medida rompiendo inmediatamente las relaciones diplomáticas con Moscú.