El movimiento derivado de la organización de la fiesta y el consumo de los turistas "generó 49.000 puestos de trabajo, un 9,3% más que en la pasa edición, y dejó 115 millones de reales (35,4 millones de dólares) en impuestos para la ciudad de Río de Janeiro", además de los 597 millones de dólares generados en todo el estado, señala el estudio del ministerio.
Los hoteles, posadas y albergues llegaron al 98% de ocupación.
La fiesta de fin de año en la playa de Copacabana, donde los fuegos artificiales se lanzan desde balsas flotantes en el mar, atrajo a 2,4 millones de personas.
Río de Janeiro es la puerta de entrada de turistas en Brasil, país en el que el turismo representa el 3,2% del Producto Interno Bruto.
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El sector emplea a 2,5 millones de personas, el 2,8% del total de los puestos de trabajo.
