Planes para la estación lunar
Los presidentes de las agencias espaciales rusa y estadounidense acordaron crear en la órbita lunar una nueva estación espacial, la Deep Space Gateway. Se espera que durante la primera fase del proyecto se vaya construyendo la estación con vistas a aplicar la experiencia adquirida sobre la superficie de la Luna y, más tarde, en la superficie de Marte.
Aunque los audaces planes han sido elogiados por científicos rusos, varios expertos destacan que el proyecto lunar requeriría de un gran esfuerzo para que llegase a buen puerto y que sus muchas posibilidades se conocerán mejor una vez el Programa Federal Espacial de Rusia concrete los gastos para el Deep Space Gateway.
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Sea Launch vuelve a la carga
El cosmódromo marítimo Sea Launch, una plataforma flotante diseñada para realizar lanzamientos espaciales comerciales desde el océano Pacífico —la primera en la historia—, fue adquirido en 2016 por la compañía aérea rusa S7.
S7 espera lanzar los Zenit —ensamblados en un territorio de un tercer país para evitar problemas políticos— hasta al menos 2023. Luego se prevé hacer la transición hacia el nuevo Soyuz 5, de fabricación rusa. S7 planea adquirir 50 unidades de estos cohetes y no excluye la compra de otros 35.
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La plataforma es única en su especie porque, como permite realizar lanzamientos desde el mismo ecuador, aprovecha al máximo el efecto rotativo de la Tierra, lo que hará que se pueda aumentar la carga que se lance a la órbita terrestre. Desde S7 aseguran que ya "están haciendo cola para pactar los lanzamientos" desde el Sea Launch.
La joya de la corona: el Soyuz 5
El sustituto del caduco Zénit será capaz de transportar hasta la baja órbita terrestre 17 toneladas de carga útil y hasta 2,5 toneladas a órbita geoestacionaria.
El nuevo cohete asumirá el papel más universal en la industria rusa, lanzándose desde el cosmódromo Baikonur y desde el Sea Launch, llevando al espacio tanto cargueros como naves tripuladas.
Así, la nueva nave espacial rusa, Federatsia, destinada a sustituir al veterano Soyuz y que estará lista para 2021, volará en el cohete Soyuz 5.
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La nueva generación de cosmonautas
La pregunta es ahora si habrá tiempo suficiente para que se preparen antes del primer lanzamiento de la nave Federatsia. Los controles de abordo serán bien diferentes de las del resto de naves espaciales, por lo que se podrían tardar más de dos años en formar completamente a la tripulación.
Experimentos lunares terrestres
EL 7 de noviembre se comenzó a experimentar en la Tierra con simulaciones de vuelos espaciales a la Luna.
Seis miembros de la tripulación de una nave pasaron 17 días encerrados en un espacio limitado. El experimento fue parte del proyecto SIRIUS (Scientific Internacional Research In Unique Terrestrial Station) y buscó descubrir cómo se comporta una tripulación de diferentes nacionalidades en condiciones de ausencia casi total de comunicación con la Tierra. Observar cómo se reparten las obligaciones, quién asume el papel de líder, cómo administran la privacidad y cómo interactúan los miembros varones con las mujeres estuvo entre los objetivos del experimento.
El primer centro de diseño virtual
Los ingenieros podrán ahora 'entrar' virtualmente dentro de las naves que se vayan a construir antes de dar el próximo paso. También será posible practicar aterrizajes virtuales, por ejemplo, en condiciones simuladas del suelo lunar.
Cooperación con los Emiratos Árabes Unidos
Rusia ayudará a los Emiratos Árabes Unidos a formar a su primer equipo de cosmonautas en los años venideros. El acuerdo firmado entre ambos países también asentará las bases para desarrollar conjuntamente futuras naves y equipos espaciales.
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La cooperación entre ambos países se plasmará en la ciudad marciana que las autoridades de Dubái quieren construir. La ciudad, con un área de más de 170 mil kilómetros cuadrados, reproducirá las condiciones de vida en el planeta rojo y se levantará en dos años y medio.
…y el 'tonto' error en lanzar desde Vostochni
La mayor causa de frustración del 2017 en la industria espacial rusa fue el fallido segundo lanzamiento desde el moderno cosmódromo ruso Vostochni.
El 28 de noviembre, tras el perfecto despegue del cohete Soyuz 2.1b, el bloque acelerador Fregat —con 19 satélites a bordo— falló al colocar su carga útil en la órbita y se desvió hasta caer en el océano, dañando la imagen de la cosmonáutica rusa.
Por un lado, un error de este tipo es casi 'vergonzoso' y el vice primer ministro ruso, Dmitri Rogozin, frustrado por el fallo, cargó duramente contra Roscosmos por no haberlo detectado a tiempo.
Pero por otro lado, ningún aspecto tecnológico del sistema falló: el cosmódromo, el cohete y el propio módulo funcionaron bien en conjunto. El dicho anglosajón según el cual 'el diablo está en los detalles' representa a la perfección lo ocurrido con el algoritmo del Fregat.
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Ahora los ingenieros aprenderán la lección —dura y cara— y devolverán a los Soyuz su reputación de infalibles.