El acuerdo, valorado en unos 500 millones de dólares, se interpretaba como una señal de que ambos países estaban acercando posturas, informa The Indian Express.
"Rafael lamenta la decisión [del ministerio] y confirma su disposición a cooperar con las autoridades de Defensa de la India y seguir tomando parte en el importante mercado indio, tal y como lo ha hecho durante más de dos décadas", reza el comunicado de la empresa.
Los misiles guiados antitanque Spike, en servicio desde 1981, se parecen en ciertos aspectos a los famosos Javelin de EEUU. En particular, emplean una ojiva en tándem destinada a penetrar blindajes reactivos y también siguen una trayectoria parabólica para atacar su blanco desde arriba, donde las defensas de los blindados suelen ser más vulnerables.
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Los proyectos nacionales a los que la Defensa india se refiere incluirían el misil Nag, en fase de pruebas después de que sus múltiples versiones se hayan ido desarrollando durante casi una década.
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— Sputnik (@SputnikInt) September 11, 2017
Socio difícil
La India es famosa por ser un negociador 'difícil' a la hora de comprar tecnologías avanzadas. El país se afana en potenciar la industria nacional bajo el movimiento 'Make in India' ('Hazlo en la India') y exige a sus socios transferir las tecnologías o, al menos, producirlas parcialmente en territorio indio.
Recientemente, el proyecto conjunto del caza de quinta generación ruso-indio FGFA llegó a experimentar los efectos de esta política directamente: los indios exigieron a Rusia transferir la tecnología del futuro caza como cláusula del contrato.
Si bien Rusia no está en contra de compartir las tecnologías —algo lógico para los proyectos conjuntos—, los expertos rusos señalan que el obstáculo principal radica en que la industria aeronáutica india todavía no goza de experiencia propia a la hora de diseñar y fabricar cazas de un nivel tecnológico tan avanzado, por lo que exigir algo así es excesivo.
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Varios expertos rusos han cuestionado el supuesto motivo para rechazar el acuerdo, ya que ningún otro constructor de cazas de quinta generación —como EEUU y China— se acercaría a la India con una propuesta para un avión conjunto de tan alta tecnología.
En cuanto al motor, Rusia realizó los primeros ensayos del propulsor avanzado para los Su-57 —proyecto base para FGFA ruso-indio—, un paso que debería acallar las voces que critican este aspecto.
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