Según medios, la comunicación con el Zuma se perdió, lo confirmó también uno de los portales de EEUU especializados en el seguimiento de los satélites, que no publica ninguna información sobre el Zuma.
El lanzamiento se efectuó por encargo de la Administración de EEUU, manteniendo en secreto los parámetros de la órbita, la misión encomendada y la pertenencia a un organismo civil o militar.
"Entre las compañías que desarrollan el contenido secreto de un satélite y SpaceX no existe una estrecha cooperación, como por ejemplo con su rival United Launch Alliance", señaló el académico.
También afirmó que es poco probable que se dé a conocer la causa auténtica de lo sucedido por tratarse de un aparato secreto, agregando que tras ese revés la compañía SpaceX, de Elon Musk, puede revisar sus planes para 2018 y aplazar por enésima vez el primer lanzamiento del cohete superpesado Falcon Heavy.
Así se alza el Falcon Heavy de Elon Musk cuando falta poco para que despegue (vídeo) https://t.co/L3P8YrZo41
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 2 января 2018 г.
El propio Musk reconoce que es grande la probabilidad de sufrir un nuevo fracaso, agregó.
"Dos revés seguidos dañarían mucho la imagen de la compañía SpaceX, por lo que Musk pensará bien si vale la pena asumir ese riesgo", supuso el experto.