El presidente ruso, Vladímir Putin, al intervenir en diciembre de 2017 ante los militares en la base aérea de Hmeymim, constató la plena derrota de Daesh en Siria y dio la orden de retirar el contingente ruso, señalando que en Siria seguirán funcionando dos bases militares rusas, la de Hmeymim y la de Tartus.
"No es simplemente un éxito, se trata de la ambición de Rusia de estar presente en el ranking de los líderes mundiales, lo que por supuesto no le gusta a EEUU, que se posiciona como líder absoluto, pero ya no cabe duda de que hemos recuperado el estatus de potencia mundial", dijo Yevkúrov.
"Rusia no abandonará a sus aliados como sucedió en los Balcanes y Kosovo", dijo Yevkúrov.
El líder de Ingusetia remarcó que Rusia tiene intereses en Siria y los defenderá.
El pasado 4 de diciembre el exportavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), Talal Silo, reveló que Estados Unidos les exigió que dejaran vía libre a los terroristas de Daesh para que abandonaran la ciudad de Al Raqa, asediada en ese momento por las SDF.
Según Silo, para encubrir esta operación "se montó un espectáculo" con la retirada de 275 terroristas, pero el objetivo, aseguró, fue permitir la salida de 3.500 yihadistas.
Infografía: Los resultados de la operación de Rusia en Siria
Estados Unidos también fue criticado duramente por Turquía, su gran aliado en la región.
"Nuestros servicios especiales tienen esta experiencia y estoy seguro de que ayudarán a Siria", dijo Evkúrov en una entrevista concedida a Sputnik.
El mandatario explicó que "los terroristas dejaron células tanto activas como durmientes, detrás de las cuales hay servicios secretos de una serie de Estados extranjeros".
"Será muy difícil ya que los servicios especiales sirios no tienen experiencia en la lucha contra los grupos clandestinos igual que el Ejército sirio no tenía experiencia en la lucha contra el terrorismo internacional".
Asimismo, indicó que además de los grupos clandestinos hay en Siria diversos tipos de opositores que regresaron a la vida pacífica.
El líder ingusetio indicó que se trata de "un trabajo difícil" ya que "cualquier tensión en las zonas de distensión con los que firmaron el acuerdo pacífico llevaría a una confrontación".
"Es importante que las autoridades de Siria entablen relaciones con ellos ya que la tercera parte siempre intentará enemistarlos entre sí", opinó.
Evkúrov mencionó la necesidad de poner fin a las persecuciones de los que se habían entregado y vuelto a la vida normal y llamó a llevar a cabo una amnistía independientemente de la gravedad de los crímenes.
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"Otro factor importante es una reconstrucción de envergadura en la que las ruinas se convierten en bellas ciudades y las personas obtienen la seguridad de que el terrorismo está vencido", dijo.
Asimismo Yevkúrov agregó que el Ejército sirio demostró que puede garantizar el orden en el país.
En opinión del político, las fuerzas rusas infundieron esperanza en los militares sirios, que "aprendieron a combatir y no tener miedo".
"Estoy seguro de que (las tropas sirias) seguirán garantizando el orden en su territorio", destacó.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Según datos de altos cargos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en Siria a solicitud del presidente Bashar Asad.
A mediados de marzo de 2016, Rusia procedió a una retirada parcial de su grupo militar de Siria, al dar por cumplida la misión.
A principios de enero de 2017, el Ministerio de Defensa ruso anunció un segundo repliegue del contingente militar emplazado en Siria.
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De momento Rusia mantiene la presencia militar en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus para poder enviar refuerzos en caso necesario.