Dos de los incidentes ocurrieron en el aire, mientras el tercero ocurrió en tierra. En los casos aéreos, los sistemas de reserva de oxígeno del A-10 se activaron y los pilotos pudieron aterrizar con seguridad.
Pese a que la causa de uno de los tres incidentes se diagnosticó y se solucionó posteriormente, los otros dos casos siguen sin resolverse. Eso se debe al hecho de que las aeronaves utilizaban diferentes sistemas de generación de oxígeno. Mientras el problema del sistema más antiguo, a base de oxígeno líquido, se encontró y se resolvió, no se sabe cuál fue la causa del fallo del sistema más moderno.
Sin embargo, solo una semana después, autorizaron a todas las aeronaves a reanudar sus vuelos.
Lea más: La misteriosa amenaza a los pilotos estadounidenses que el Pentágono no logra descifrar
Algunos expertos creen, sin embargo, que la privación de oxígeno siempre ha sido un problema existente, pero que ahora han mejorado las capacidades tecnológicas del Ejército para identificarlas.