"Estados Unidos mantendrá la presencia militar en Siria enfocada a asegurar que ISIS (siglas en inglés de Daesh, autodenominado Estado Islámico) no logre reagruparse", comunicó el canciller al anunciar la política estadounidense para Siria.
Además, Washington y sus aliados están trabajando en un plan para expulsar a terroristas de Al Qaeda que intentan establecer una base de operaciones en la ciudad siria de Idlib (noreste), agregó.
"Al Qaeda está procurando restablecer una base de operaciones en Idlib; estamos muy activos en el desarrollo de las mejores vías para neutralizar esta amenaza junto con nuestros aliados y socios", sostuvo el secretario de Estado.
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El Gobierno de EEUU ha despachado más diplomáticos a Siria desde el mes de mayo para fortalecer su respuesta al conflicto en ese país, comentó Tillerson.
"Desde mayo, EEUU ha desplegado más diplomáticos en las zonas afectadas de Siria para trabajar con las Naciones Unidas, nuestros aliados en la Coalición Internacional contra Daesh (grupo terrorista proscrito en Rusia) y con varias organizaciones no gubernamentales", declaró el alto funcionario.
EEUU necesita la cooperación de Rusia para consolidar el área de distensión en el sudoeste de Siria, dijo el secretario de Estado.
Así se "logró un cese del fuego, se puso fin al bombardeo indiscriminado de poblaciones civiles y, con muy pocas excepciones, y desde entonces ha funcionado bien", dijo el funcionario para añadir que "necesitamos que Rusia siga trabajando con EEUU y Jordania para fortalecer esta área de distensión".
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El secretario de Estado observó asimismo que Moscú debe ejercer más presión sobre Damasco para que avance el proceso de paz de Ginebra, coordinado por las Naciones Unidas.
"El régimen (del presidente sirio Bashar) Asad ve claramente a Rusia como garante de su seguridad" y esta, por tanto, "tiene un papel relevante que desempeñar para persuadir a Asad de involucrarse de manera constructiva en el proceso de Ginebra", dijo Tillerson.
EEUU considera importantes las preocupaciones de Turquía respecto a Siria y necesita la cooperación de Ankara para lograr un nuevo futuro en ese país devastado por la guerra, aclaró Rex Tillerson.
"EEUU escucha y toma en cuenta con seriedad las inquietudes de nuestra aliada Turquía en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)", explicó el secretario.
Asimismo comentó: "Reconocemos las contribuciones humanitarias y los sacrificios militares que ha hecho Turquía con el fin de derrotar a Daesh (grupo terrorista proscrito en Rusia), de asistir a millones de refugiados sirios y de estabilizar las áreas de Siria que ha ayudado a liberar".
Turquía recela particularmente el apoyo militar prestado por EEUU a las milicias kurdas desplegadas en el norte de Siria, que fueron efectivas en la lucha contra Daesh.
El portavoz de la Coalición Internacional contra Daesh, coronel Thomas Veale, reveló el pasado 13 de enero al periódico The Defense Post que los aliados trabajan conjuntamente con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) para crear una Fuerza de Seguridad Fronteriza.
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Actualmente se están entrenando unos 230 combatientes, según Veale, pero la idea es que las tropas dispongan de unos 30.000 efectivos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que la Fuerza de Seguridad Fronteriza pone en peligro la seguridad de su país y será destruida.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que en Siria hay demasiados militares extranjeros, lo que complica el arreglo de la crisis.
"Demasiados países mantienen tropas en Siria y pienso que sería mucho mejor si el pueblo sirio lograra resolver él mismo sus problemas", dijo Guterres en una rueda de prensa.
El 14 de enero trascendió que la Coalición Internacional contra Daesh, encabezada por EEUU, busca crear una fuerza de 30.000 combatientes kurdo-árabes para supuestamente proteger la frontera con Turquía.
Además, EEUU mantiene una base militar en Al Tanaf (sudeste) donde adiestra y equipa a formaciones de la oposición armada siria.
