Se trata de la naviera suiza Enzian Shipping AG, propiedad de Hans-Jürg Eduard Gründer. En noviembre de 2016, la empresa tendría que haberse vendido, incluidos sus cuatro buques cisterna y ocho cargueros, al empresario estonio Timo Sas, y posteriormente cambiar el nombre a TS Investor AG. La empresa estaba en bancarrota y por ese motivo a sus propietarios le interesaba venderla.
El rotativo suizo afirma que, si Sas se hacía con la flota suiza, Rusia la podía utilizar, supuestamente, para transportar armas a Siria bajo bandera neutral. También para "eludir las sanciones occidentales y firmar un acuerdo con la OTAN sobre el transporte militar".
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De esta forma, en junio de 2017 el Parlamento suizo se vio obligado a asignar 215 millones de francos a salvar a la empresa de la quiebra. El país no tiene acceso al mar, pero posee una flota mercante de unas 50 embarcaciones cuya tripulación la forman, en su mayoría, marineros rusos y ucranianos.