La norma fue votada en diciembre de 2017, y es cuestionada por organizaciones sociales e indígenas. Dicen que pone en peligro la vida y la biodiversidad y denuncian que no hubo participación de organismos gubernamentales especializados en el tema.
"Esta carretera, denominada por los propios aborígenes como 'La carretera de la muerte', sería un peligro brutal para los pueblos no contactados porque atraviesa zonas protegidas del Amazonía peruana. Este tipo de proyectos no solo dañan el medio ambiente sino que también abren la selva a la invasión de madereros ilegales, mineros y otras industrias que llevan a la extinción a estos pueblos tan vulnerables", dijo a Sputnik la vocera de Survival Laura de Luis.
Francisco se reunió el 19 de enero con representantes indígenas en Puerto Maldonado, la capital del departamento amazónico Madre de Dios. Los pueblos indígenas no contactados son comunidades que rechazan el contacto con el mundo exterior porque sus antepasados sufrieron las consecuencias nefastas de estos encuentros que los llevaron al borde de la extinción.
Además: Marchan en Perú contra el Papa Francisco por "proteger a pederastas"
"En su encíclica el papa hablaba de la profunda conexión de entre los pueblos indígenas con la tierra y el papel que desempeñan como guardianes de la naturaleza. Es importante que su figura eleve la preocupación que existe por este proyecto de ley en Perú, para que estas comunidades no sean borradas de la faz de la tierra", indicó la vocera.
"Aún hoy en el siglo XXI estamos presenciando el genocidio de pueblos indígenas aislados. Por eso es fundamental que se respeten sus derechos territoriales y que si quieren vincularse, que sea una decisión de ellos. La mayor parte de las incursiones a sus territorios son de industrias extractivas que destrozan sus tierras, un patrimonio común de la humanidad. Estamos hablando de proyectos que benefician a unos pocos y perjudican a todo el planeta", concluyó.