"En materia económica, la mayoría de las promesas se cumplieron. Sin embargo, sigue habiendo problemas fiscales estructurales", opinó el economista colombiano José Roberto Acosta a propósito del primer año de Donald Trump.
En uno de los mandatos más polémicos de las últimas décadas, el republicano cumplió con promesas que parecían imposibles de concretar, y con gran impacto a nivel internacional. La salida de su país de las negociaciones del Tratado Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) o el abandono del Acuerdo contra el cambio climático —más conocido como acuerdo de París- fueron las de mayor peso. Medidas, en ambos casos, destinadas al aumento del proteccionismo económico.
"Renunció a participar en las negociaciones del TPP dejando a la zona asiática sin un socio estratégico y frustrando el desarrollo de las negociaciones comerciales del resto de los países", destacó el experto.
La salida del acuerdo de París "dejó cojos los acuerdos para disminuir el calentamiento global e implementar acciones en el ámbito económico para frenar la emisión de gases invernadero", analizó Acosta.
A criterio de Trump, estos tratados implicaban pérdidas económicas sustanciales: en el caso del TPP por la disminución de la competitividad del país frente a sus competidores, y en el del acuerdo de París, por las altas cifras que debía pagar el Estado por el incumplimiento de los compromisos asumidos.
"Definitivamente sorprendió a los más escépticos, e incluso al mismo partido Republicano que en últimas terminó apoyando la disminución de gravámenes para mejorar la competitividad fiscal de Estados Unidos", explicó.
Esto seguramente haga crecer el déficit porque las corporaciones dejarán de contribuir como lo hacían a las arcas públicas. De todas formas el presidente número 45 de los Estados Unidos cierra con números más auspicios de lo que se esperaba: un desempleo del 4,1% y un crecimiento anual de la economía en el orden del 2,3%.
