El órgano de gobierno de la CNH, que preside Juan Carlos Zepeda, autorizó "la convocatoria de la segunda licitación de la Ronda 3, para la adjudicación de contratos de licencia para la exploración y extracción de hidrocarburos en áreas contractuales terrestres", indicó en un comunicado.
La subasta para petroleras nacionales y extranjeras contempla 21 campos para la exploración y extracción de hidrocarburos en la gasífera Cuenca de Burgos, una formación fósil que también contiene crudo ligero, el más valioso en el mercado, localizada en los estados de Nuevo León y Tamaulipas (noreste).
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Asimismo, serán licitados dos contratos para explotación de campos terrestres en la zona Tampico-Misanta, en la franja costera del Golfo de México, siete en Veracruz, y otros siete en la llamada Cuenca del Sureste, que abarca los estado de Veracruz y Tabasco.
La dos convocatorias de la Ronda 3 se suman las primeras dos rondas, que a partir de julio de 2015 abrieron la industria petrolera mexicana a la inversión privada y extranjera, tras una reforma energética constitucional que puso fin a un monopolio estatal de casi 80 años.
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En las primeras dos rondas se realizaron 11 convocatorias, en las que el Estado mexicano asignó más de 70% de los campos subastados, un promedio superior al estándar internacional, que ronda el 30% de asignaciones en cada concurso.
De esas inversiones, unos 60.000 millones de dólares son para la producción de crudo y gas, que comenzará a comercializarse en 2019, según la secretaría de Energía.
El Gobierno de México busca frenar el declive constante de su producción petrolera en los últimos 14 años, que cayó en 2017 a su nivel más bajo desde 1980, a 1,94 millones de barriles diarios.
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México propone incluir un nuevo capítulo de energía en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, debido a que en 1994, cuando entró en vigor, esa industria estaba cerrada a la inversión extranjera.