"El déficit alimentario en los países afectados por los conflictos va creciendo y eso significa que los esfuerzos humanitarios para la ayuda y el mantenimiento de los medios de subsistencia siguen siendo importantes", según una nota de prensa publicada este lunes en la página del WFP.
Se trata de Afganistán, Burundi, Guinea-Bisáu, Haití, Irak, Líbano, Liberia, Malí, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria, Ucrania, Yemen y también el territorio transfronterizo de la cuenca del lago Chad.
Según el documento, la situación en Yemen es la que más preocupa, un 60% de su población (17 millones de personas) afronta un déficit alimentario agudo.
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El director general de la FAO, José Graziano da Silva, dijo antes a Sputnik que el número de personas que pasan hambre se incrementó en 2016 tras el drástico aumento de conflictos armados y alcanzó 815 millones de personas malnutridas en todo el mundo.