"Hoy recibí a Luis Chocobar en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo", informó Macri en su cuenta de la red social Twitter.
Hoy recibí a Luis Chocobar en la Casa Rosada. Quería ofrecerle todo mi apoyo, decirle que lo acompañamos y que confiamos en que la Justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía https://t.co/4D3ESgZH2t pic.twitter.com/Jjq6FqWVeR
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 1 февраля 2018 г.
El encuentro tuvo por objeto una muestra de respaldo al policía que quitó la vida a un ladrón, Pablo Kukoc, que apuñaló diez veces a un turista de origen estadounidense el pasado 8 de diciembre.
"Quería ofrecerle todo mi apoyo, decirle que lo acompañamos y que confiamos en que la justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía", opinó Macri.
En la reunión con Macri estuvo presente la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien también defendió el proceder de Chocobar por haber actuado "en cumplimiento de su deber de policía", lo que "así debe ser interpretado".
"Queremos defender a los policías que cuidan a la gente y no que terminen acusados o presos", añadió Bullrich.
Involucrado en este caso judicial, el Gobierno intervendrá para ayudar al policía en su defensa.
"Hemos tomado contacto (con el expediente) para analizar los papeles y consideramos que el juez va a entender nuestro razonamiento", remarcó la ministra.
En el forcejeo, Kukoc, de 18 años, apuñaló al hombre diez veces en el pecho, pero en su huida, fue interceptado por Chocobar, que estaba de civil.
El policía disparó al joven, que murió cuatro días después por una herida mortal que le causó un tiro en la espalda, según la autopsia, razón que motivó el procesamiento del policía.
El cómplice de Kukoc, de 17 años, fue detenido una semana después, mientras el estadounidense recibió el alta el pasado 28 de diciembre.
En septiembre de 2016, Macri defendió públicamente a un carnicero, Daniel Oyarzún, que fue arrestado por perseguir, atropellar y matar a un ladrón en su huida.
Según el mandatario, el hombre era "un ciudadano sano y querido", por lo que "si no hay riesgo de fuga", el carnicero debía ser liberado para que pudiera desde su casa "reflexionar en todo lo que pasó".