La agencia espacial JAXA informó del lanzamiento exitoso del satélite TRICOM-1R el 3 de febrero.
La longitud del cohete espacial SS-520-5, el más pequeño lanzado hasta la fecha, es de solo 10 metros, y el diámetro, de 50 centímetros.
Para comparar, el cohete Falcon 9 de SpaceX, que está entre los más demandados en el mercado de lanzamientos comerciales, mide 70 metros de longitud y 3,7 metros de diámetro, y pesa 549 toneladas.
El tamaño reducido del cohete japonés busca responder a la creciente demanda de servicios de lanzamiento de los microsatélites: pequeños aparatos espaciales mucho más baratos que los grandes satélites de comunicación u observación.
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En el lanzamiento efectuado, llevaba como carga útil un aparato CubeSat, de tan solo unos 35 centímetros de ancho.
La JAXA ya trató de lanzar el mismo cohete en enero de 2017, pero en aquel entonces el experimento no tuvo éxito.
Varios actores internacionales buscan desarrollar equipos espaciales ultraligeros para proveer este servicio 'a la carta', es decir, sin depender de los portadores grandes.
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Así, la empresa estadounidense Rocket Lab recientemente lanzó el primer cohete ultraligero Electron, mientras que la empresa emergente Vector realizó en 2017 el lanzamiento de la nave espacial ligera Vector-R. No obstante, ambos vehículos, aunque mucho menores que un Soyuz o un Falcon 9, todavía son grandes en comparación con la nave nipona.
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