Tras ser preguntada por la prensa en los pasillos del Congreso de los Diputados sobre la posibilidad de una presidencia simbólica, Santamaría respondió que esa vía no puede realizarse "sin incumplir las decisiones del Tribunal Constitucional".
Puigddemont se encuentra en Bruselas desde principios de noviembre para huir de la justicia española, que instruye una causa donde el expresidente catalán es investigado por delitos de rebelión, sedición, malversación de caudales públicos, prevaricación y desobediencia.
La decisión de TC cerró la puerta a la posibilidad de una investidura telemática o delegada, lo que llevó al presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, a posponer de manera indefinida el pleno de investidura.
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En los últimos días, según informaron medios catalanes, los partidos independentistas trabajaron para buscar la fórmula de investir a Puigdemont –cuya coalición fue la más votada entre las fuerzas soberanistas en las elecciones de diciembre– sin cometer ninguna ilegalidad que pueda derivar en una futura suspensión.
Para tal fin, una asamblea de cargos electos, formada por diputados y alcaldes de municipios catalanes, se trasladaría hasta Bruselas para reconocer a Puigdemont como presidente mientras, en paralelo, los partidos independentistas nombrarían a un candidato de consenso entre los diputados en el Parlamento para dirigir el Ejecutivo autonómico.
En opinión de Santamaría, además de no ajustarse a los requisitos del TC, esta salida es "imposible" y hasta "una ridiculez".
Estas palabras son únicamente la interpretación del Gobierno español, ya que la decisión del TC sobre la investidura de Puigdemont no incluye ninguna mención a la opción de la presidencia simbólica, que no estaba sobre la mesa cuando el órgano pronunció sobre el asunto.