En este escenario, quien sí rompió el molde fue el presidente de EEUU, Donald Trump. Y es que en el país norteamericano hay una ley no escrita que dice que cada nuevo inquilino de la Casa Blanca mantiene a la máxima autoridad de la FED, para refrendar y dar por buenos los pasos dados por la institución con la anterior Administración, y asegurar su concatenación.
En este sentido, el economista argentino Santiago Palma Cané incide en que "lo normal de un presidente de EEUU no es hacer esto (cambiar de presidente de la FED en su primera legislatura). Eso también es una señal que marca cómo se maneja Trump y cuáles son las expectativas que puede tener en el cambio (de máxima autoridad de la Reserva Federal)".
Y es que Janet Yellen estuvo al frente del ente sólo cuatro años, pero la continuidad de sus políticas no es un problema con Powell, quien asegura la senda gradual del ajuste monetario, y la retirada del multimillonario estímulo aplicado tras la crisis financiera desatada hace una década. En sus cinco años en la junta de gobernadores de la Fed, Powell dijo siempre 'sí' a las decisiones mayoritarias.
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Palma Cané constata que "Powell ya tiene una trayectoria, no es un 'outsider', es una persona respetada que ha demostrado en su gestión en la FED durante todos estos años que tiene una línea muy parecida a la de Yellen con respecto a cómo entiende la política monetaria, y la Reserva Federal históricamente ha mantenido siempre una independencia, una autonomía. Habrá que ver más que todo, cómo Trump intenta manejar la relación (con Powell) y si pudiese generar ciertas presiones, ver cómo Powell las va manejando".
Justamente lo que sospechan quienes miran con suspicacia el nombramiento de Powell, es la posible pérdida de independencia de la FED, y que efectivamente él sea ese hombre influenciable que necesita Trump, como no lo fue Yellen.
"Teniendo en cuenta el perfil que tiene Trump, parecería que (el cambio) tiene que ver más con su forma de ser de tratar de colocar en puestos clave a personas de su confianza, y sobre las que él puede influir. Si no, no tiene mucha razón de ser que esté removiendo a una funcionaria como Yellen, que tuvo una trayectoria impecable, resultados probados, y es una persona muy respetada a nivel local e internacional", sentencia el economista Santiago Palma Cané.
'Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi'. Traducido: 'Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie'. Es lo que le dijo Tancredi Falconeri a su tío el Príncipe Fabrizio. Ambos, personajes de la novela 'El gatopardo' escrita por Giuseppe Tomasi di Lampedusa, entre finales de 1954 y 1957.
Desde entonces, en ciencias políticas se le llama 'gatopardista' o 'lampedusiano' a aquel político, reformista o revolucionario que cede o reforma una parte de las estructuras para conservar el todo, sin que nada cambie realmente. Y más de seis décadas después, la FED ratifica la vigencia del concepto.
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