Murajovski matizó así las declaraciones del director general de la corporación rusa Rostec, Serguéi Chémezov, quien, en una entrevista con The Washington Post, se mostró dispuesto, "si los estadounidenses quieren", a venderles dicho sistema. Estados Unidos es miembro de la OTAN. Chémezov argumentó entonces la hipotética venta subrayando que la función de los S-400 Triumf es defensiva y no ofensiva.
Para el coronel, en estos momentos firmar un contrato con Estados Unidos sobre la venta de los S-400 Triumf es imposible.
"Para empezar, en el mejor de los casos los estadounidenses querrán hacer un pedido para desarmar los S-400 y ver lo que hay dentro. Para ver lo que han metido ahí los rusos con astucia (…) Pero es que el Servicio Federal de Cooperación Militar nunca permitirá un pedido de esta naturaleza ni firmar un contrato con uno de los países menos amistosos con Rusia", concluye Murajovski.
El sistema antiaéreo S-400 Triumf es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero y misiles balísticos tácticos y táctico-operativos. Tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros. Este sistema pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.
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