El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, declaró previamente que EEUU conoce las preocupaciones de Turquía por las cuestiones de seguridad regional.
"Es insuficiente, queremos ver pasos reales, estas declaraciones no podrán engañar a Turquía", dijo Cavusoglu a la agencia Anadolu.
Subrayó que a causa de la política errónea de Washington el pueblo turco ya no considera a EEUU como su amigo.
"Hasta lo último Turquía ha tratado de mantener las relaciones amistosas con EEUU, no obstante, no hubo resultados", señaló.
Las discrepancias entre Turquía y Estados Unidos crecieron después de que a mediados de enero trascendiera que la coalición liderada por los estadounidenses pretendía supuestamente crear una fuerza de 30.000 combatientes kurdo-árabes para proteger la frontera turco-siria.
Washington sostiene que sus acciones están enmarcadas en la lucha contra el grupo terrorista Daesh (Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
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Turquía desafió a Estados Unidos y lanzó el 20 de enero su Operación Rama de Olivo contra las milicias kurdas en Afrín.
La operación está dirigida contra grupos yihadistas y las YPG, brazo armado del kurdo-sirio Partido de Unión Democrática (PYD), movimiento que forma parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).