"Nos estamos entrenando para luchar en un conflicto decisivo", señaló el mayor general Paul Chamberlain, director de presupuesto militar.
El presupuesto propuesto por el Departamento de Defensa para el año fiscal 2019 exige la compra de 148.297 proyectiles de 155 mm, incluidas 1.189 Excalibur guiadas por GPS y diseñadas para utilizarse en situaciones de peligro. Es un 825% más que los 16.573 proyectiles de 155 mm que se planeaba comprar anteriormente.
Las municiones caducan después de un cierto período de tiempo y deben ser reemplazadas regularmente, explica Jack Daniels, subsecretario adjunto del Ejército para Planes, Programas y Recursos. Los soldados también gastan municiones durante el entrenamiento.
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Mientras tanto, el presidente de la Academia de Estudios Geopolíticos de Rusia, coronel general Leonid Ivashov, admite a la revista Vzglyad que 150.000 proyectiles no son tantos, y "lo más probable es que sean enviados a Oriente Medio, Afganistán, Irak y Egipto porque EEUU tiene la intención de retomar el dominio de esta región. Y para una guerra hipotética en Europa, "los estadounidenses usarían misiles de crucero".
El experto no descarta que el Pentágono pudiera provocar nuevos enfrentamientos entre los estadounidenses y las tropas rusas. Según Ivashov, el aumento del presupuesto del Pentágono se debe al temor de Rusia.
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"Estados Unidos está comenzando algo serio", advierte Ivashov. Asimismo, señala que un nuevo "comando principal de las fuerzas móviles se está creando en Europa".
El director de la revista Arsenal Otechestva, Alexéi Leonkov, se manifiesta menos preocupado al respecto. No descarta que los estadounidenses simplemente necesiten restaurar sus reservas de municiones después del asalto agotador de Al Raqa y Mosul —dos de los bastiones de Daesh, grupo terrorista proscrito en Rusia—.