"Las prácticas servirán para afinar la puntería de todos los equipos, el movimiento de todas las tropas, de los tanques, de los misiles, de los aviones, helicópteros y sobre todo, vamos a afinar la puntería del alma nacional", explicó Maduro este sábado 17.
La simultaneidad hizo recordar a los primeros ejercicios militares conjuntos que Brasil, Colombia, Perú y Estados Unidos desarrollaron en noviembre de 2017 en la Amazonía brasileña. Y si bien Perú no ha movilizado a sus militares, está al frente de la ofensiva diplomática contra el gobierno de Maduro mediante el denominado Grupo de Lima.
Moldiz destacó que en el campo político-social "está la potencialidad para crear una segunda oleada antineoliberal, antiimperialista, progresista, revolucionaria en América Latina".
De acuerdo con Moldiz, esto es lo que Washington procura evitar. El ejemplo sería Honduras. "Cuando en la vida cotidiana se hace uso de la amenaza de la fuerza, en algún momento eso escapa el propio control que puedan tener los que llevan adelante ese tipo de estrategia, y América Latina puede convertirse en un polvorín con resultados imprevisibles".
En este sentido, se preguntó: "¿Qué capacidad tendría el señor Temer de resistir una oleada, una protesta en su país ante una situación como estas, o Macri en Argentina? No son gobiernos que cuenten con una gran relación de fuerzas internas".
"Los pueblos que están hoy en la región no son los que EEUU conoció en las décadas de los 60, los 70… aqui en Bolivia un diario de derecha hizo una encuesta y hubo gente, la mayoría, que no comparte lo que hace Maduro, pero cuando se les preguntó si estaban de acuerdo con una intervención, la gente dijo que no".
Finalmente, reflexionó acerca de que "los gobiernos y la administración Trump no están tomando en cuenta. Van a tener que pensarla 100 veces, pero la amenaza y la posibilidad y los riesgos están ahí".