La escasez de la infraestructura, es decir, la falta de las estaciones de recarga y los gastos para crear una cantidad suficiente de ellas es uno de los mayores obstáculos para la popularidad de los vehículos eléctricos, sobre todo en un país donde tales aparatos todavía son una novedad, como Rusia.
La empresa KRET —quizás más conocida por sus equipos radioelectrónicos para los aviones y helicópteros rusos— lanzó la producción en serie de un puesto de recarga del transporte eléctrico, que está pasando las pruebas en diferentes regiones de Rusia y en diferentes condiciones climáticas, incluso en Siberia.
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El tercer socio aportó el sentido práctico al proyecto: Delimobil, la empresa de 'carsharing', o préstamo de vehículos, se comprometió a proveer a la región de un parque lo suficiente grande de vehículos eléctricos.
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El acuerdo ha sido firmado durante el Foro Ruso de Inversiones, celebrado en Sochi.
Los puestos de carga fabricados por KRET están adaptados para varios modelos modernos de vehículos eléctricos y disponen de una modificación industrial, apta para la carga de autobuses y camionetas eléctricas.
Los primeros en recibir los nuevos equipos serán los balnearios y los parques, pero también la iniciativa abarcará las carreteras y las localidades de la región.
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