"Nos hemos asociado con un repartidor nuevo, pero tiene problemas de principiante", ha justificado la compañía estadounidense en su web.
La multinacional de las comidas rápidas ha contratado a DHL para suministrar los pedidos de pollo a sus 900 locales de la isla.
KFC no escasea en humor en su comunicación electrónica: "el pollo cruzó la carretera, pero no hasta nuestros restaurantes", clama.
Unos 470 establecimientos permanecían cerrados en la tarde del martes 20 de febrero a falta de provisiones de pollo.
El resto de locales ofrecía a los clientes un menú reducido, sin perspectivas de que la situación mejore a nivel global antes del fin de semana.
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El 95% de los locales de KFC en el Reino Unido son franquicias y el fiasco con la nueva empresa transportista puede perjudicar económicamente a sus propietarios.