La defensa del exmandatario pretende corregir "omisiones, contradicciones y oscuridades" para que se reconozca la nulidad de todo el proceso y se absuelva al expresidente, según resaltaron en un comunicado.
Con este tipo de exhorto (que no tiene un plazo determinado para ser resuelto) la defensa puede verificar si existen dudas, contradicciones o pedir explicaciones detalladas a los jueces sobre la decisión; cuando los jueces respondan se abre el plazo en que Lula puede ser preso.
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A pesar de ello, después de este recurso a los abogados del exmandatario les quedan otras dos opciones: recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia y ante el Tribunal Supremo Federal, el máximo órgano judicial del país.
Según la Fiscalía ese inmueble fue un regalo que el político recibió como agradecimiento por los favores prestados dentro de la trama corrupta, pero Lula siempre negó que fuera de su propiedad y dice ser víctima de una persecución judicial y mediática que busca evitar que vuelva al poder.
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Brasil celebra elecciones generales en octubre y Lula es líder en todas las encuestas de opinión, pero el Tribunal Superior Electoral deberá decidir a partir de agosto si Lula puede concurrir o no a las elecciones; sus posibilidades son escasas dado que la ley brasileña determina que un condenado en segunda instancia por la Justicia no puede ser candidato electoral.
