"La operación empieza hoy y no tiene plazo para acabar; nuestra intención es buscar drogas, armas y personas en estado de busca y captura", explicó el teniente Igor Morotti, de la Compañía Independiente de Misiones Especiales, en declaraciones al diario local O Globo.
El secretario de Seguridad Pública de Espírito Santo, André García, aseguró que próximamente se reunirá con el ministro de Justicia del Gobierno, Torquato Jardim, para pedirle que vuelvan al estado los policías de carreteras que Espírito Santo prestó temporalmente al Ejecutivo central, así como establecer un canal de información entre los estados del sureste.
Lea también: Militares al acecho en Brasil
Todos los cuerpos policiales, los bomberos, el servicio de inteligencia y la administración penitenciaria estarán hasta el 31 de diciembre bajo el mando de un militar, algo inédito en la democracia brasileña.
El despliegue del Ejército en Río de Janeiro podría provocar que los principales líderes de las facciones del narcotráfico abandonen la zona en busca de refugio en estados vecinos, se ahí el temor de las autoridades de Espírito Santo o Minas Gerais, que también anunció un refuerzo en los controles.