El 26 de febrero los ministros de Exteriores de los países miembros de la UE examinaron la búsqueda de una solución al conflicto palestino-israelí con los ministros de los países miembros de la Liga Árabe.
"Cualquier paso en falso en la resolución en Oriente Medio, especialmente en Jerusalén (…) puede fortalecer las posturas radicales e impedir una convivencia segura y pacífica entre aquellos que así lo quieren, además de convertir el conflicto político en confesional", dijo Mogherini que advirtió que "entonces enfrentaremos un problema aún más grande que el de hoy".
La decisión del mandatario norteamericano fue condenada por la mayoría de los países musulmanes, que celebraron manifestaciones de protesta, y generó críticas de otros Estados e instituciones internacionales preocupadas por las perspectivas de paz en Oriente Medio.
En las multitudinarias protestas de diciembre en Cisjordania, en la Franja de Gaza y en Jerusalén al menos 1.100 personas resultaron heridas, según el Ministerio de Sanidad de Palestina.
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La Asamblea General de la ONU aprobó por amplia mayoría una resolución que declaró nula la decisión estadounidense de reconocer la capitalidad de Jerusalén y exhortó a todos los países a que se abstengan de establecer misiones diplomáticas en esa ciudad.