Según el medio, un grupo de personas fueron allí el 24 de febrero para ahuyentar a los elefantes, después de que estos asaltaran unos campos de cultivo. Los aldeanos habían presentado una solicitud a las autoridades para que expulsaran el rebaño. Pero los funcionarios no actuaban y los campesinos decidieron tomar el asunto en sus propias manos. Alrededor de 200 personas, entre ellas niños, se dirigieron al lago.
Sin embargo, cuando la multitud intentó espantar a los animales, uno de los elefantes salió del agua y atacó a la muchedumbre, matando a Krishnappa.
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Cientos de personas asistieron a su funeral. El Departamento Forestal del estado indio Andhra Pradesh se comprometió a pagar una indemnización equivalente a 7.720 dólares a su familia.
Al día siguiente, 25 de febrero, los funcionarios forestales de los estados de Andhra Pradesh y Karnataka condujeron a la manada de elefantes al bosque.