Para varios analistas está claro que este fenómeno es el reflejo de la sociedad chilena, ubicada en el centro pero con oscilaciones constantes de izquierda a derecha sin que eso implique mayores contradicciones. Pero no solo eso.
Y si bien Bachelet dijo en enero que no intentaría un tercer mandato, Navia relativizó el cumplimiento de esta promesa teniendo en cuenta que dependerá de muchos otros factores más allá de la voluntad de la dirigente.
"La centro izquierda está dividida. No da la impresión de tener una persona que pudiera reemplazarla, y aunque la mayoría de los chilenos muestra en las encuestas que no quiere que vuelva al poder, si la izquierda no tiene ningún otro candidato atractivo entonces va a haber presión para que vuelva. Claro que para eso falta mucho tiempo", explicó.
Faltan cuatro años y una gestión completa de Piñera, que si bien no tiene mayoría propia en el Parlamento, tampoco las tuvo en el primero. Para Navia, la coyuntura política determina que no le será difícil lograr apoyos. "Intentará negociar con los sectores más moderados de la posición, que al estar dividida le alcanzará con conseguir dos o tres senadores o cinco o seis diputados para hacer sus reformas".
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En cuanto la irrupción del izquierdista Frente Amplio, que en su primera votación logró 20 diputados, el entrevistado matizó su incidencia: "La única posibilidad que tiene de influir es sumándose a la Nueva Mayoría para liderar una oposición. Ahora, si intentan hacer oposición solos, el más beneficiado será el Gobierno centroderechista".
Sobre las principales metas que tendrá la gestión Piñera, mencionó la reforma fiscal, la previsional y la educativa, y recuperar el dinamismo económico.
"Quiere que crezca la clase media, que el Estado tenga mayores recursos pero su foco estará en el desarrollo del sector privado más que del público, que en los últimos cuatro años cuatro años creció bastante más que el privado".