"Urge enviar una misión de la ONU y la Cruz Roja para evaluar la situación en Al Raqa que la coalición [liderada por Estados Unidos] bombardeó y abandonó a su suerte con campos de minas sin desactivar y la infraestructura destruida por completo", dijo el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al intervenir este 28 de febrero en la 37ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En ese entonces la ONU denunció que los bombardeos aéreos de la coalición norteamericana habían provocado "una enorme pérdida de vidas humanas" en esa ciudad.
A principios de febrero la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió sobre la devastación y la inseguridad reinante en Al Raqa, donde los servicios mínimos están ausentes y las municiones sin detonar matan o mutilan a muchos refugiados que retornan a la zona.
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El 26 de febrero el Gobierno ruso propuso a la ONU liderar una comisión internacional para evaluar la situación humanitaria y ver realmente lo que está pasando en esa ciudad siria.
Shoigú alertó que las enfermedades causan estragos en la población de Al Raqa y los cadáveres siguen regados en las calles.
Desde la coalición estadounidense rechazaron la iniciativa.
Corredor humanitario
En la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Lavrov llamó también a los militares estadounidenses a habilitar acceso humanitario a las zonas que controlan en Siria.
"Instamos a los miembros de la llamada coalición estadounidense que proporcionen acceso humanitario a las zonas que controla en Siria, incluido el campamento de refugiados Rukban y toda el área alrededor de Al Tanaf", dijo el diplomático.
El documento establece una tregua de 30 días en todo el territorio de Siria para llevar a cabo operaciones humanitarias.
El Pentágono mantiene en la localidad siria de Al Tanaf, en la frontera con Jordania e Irak, una base militar en la que entrena a las facciones armadas de la oposición siria supuestamente para combatir al grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en varios países, incluida Rusia).
Zonas grises
Desde Moscú constataron que la peor situación se observa en las regiones controladas por los grupos armados que la coalición de EEUU patrocina.
Según Konashénkov, dos de estas zonas —Al Raqa y Al Tanaf— necesitan asistencia humanitaria urgente.
La población civil, recalcó, "no puede y no debe" ser rehén de los juegos geopolíticos "absurdos" de Washington.
Konashénkov destacó, en particular, la situación en el campo de refugiados de Rukban que se encuentra en la zona de responsabilidad de la base estadounidense de Al Tanaf y donde los grupos radicales retienen por la fuerza a unos 60.000 refugiados.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 8 ноября 2017 г.
En Al Raqa, alertó, los civiles viven una "catástrofe humanitaria que sus 'libertadores' de la coalición internacional liderada por EEUU se empeñan en pasar por alto".
"Hoy por hoy en Al Raqa viven tan solo 40.000 civiles mientras que antes del inicio de la operación de la coalición eran más de 200.000 personas", recordó.
Los aviones de la coalición "destruyeron el 80% de los edificios, y el Departamento de EEUU y el Pentágono declararon oficialmente que no contemplaban programas de reconstrucción", remarcó Konashénkov.
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La restauración de Al Raqa, puntualizó, será imposible mientras esté controlada por "las fuerzas ocupantes de EEUU y no del Gobierno legítimo de Siria".