"Buscaremos con insistencia el despliegue de la misión de paz de la ONU en las condiciones aceptables para Ucrania", dijo Poroshenko en una rueda de prensa.
Además, el mandatario declaró que la solución del conflicto en el este de Ucrania por medios pacíficos "no tiene alternativa".
A finales del año pasado, el ministro ucraniano de Exteriores, Pavló Klimkin, anunció que Ucrania, EEUU, Alemania y Francia prácticamente terminaron de redactar un proyecto conjunto de resolución de la ONU sobre las fuerzas de paz en Donbás, que presupone emplazar un contingente de 20.000 pacificadores internacionales en la región.
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Rusia había expresado su apoyo al envío de los cascos azules a Ucrania siempre y cuando su misión consista en garantizar la seguridad de los observadores de la OSCE, tanto en la línea de separación entre los bandos del conflicto ucraniano como en otras zonas de Donbás donde realizan su labor.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos.