La nueva categoría espera por bacterias o virus desconocidos que podrían causar en el futuro una epidemia internacional grave y poner en riesgo la salud de miles de personas. Con esta medida, la OMS busca sensibilizar a los Estados sobre la necesidad de estar preparados ante una posible emergencia causada por un patógeno todavía desconocido.
Este es el caso del virus del Ébola, la salmonela o el VIH, que posiblemente haya sido transferido a los seres humanos desde chimpancés a principios del siglo XX. Las probabilidades de riesgo aumentan a medida que el ecosistema y los hábitats humanos cambian entre sí, aseguraron expertos citados por El País.
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Por ello, los sistemas sanitarios deben estar preparados para abordar de forma óptima la enfermedad X tanto desde la contención epidemiológica como desde el diagnóstico rápido.
La preparación debe abarcar un espectro amplio, ya sea para un virus respiratorio o para un virus del agua, una bacteria resistente a los antibióticos o un hongo ambiental. Estos expertos aseguraron que los equipos médicos deben ser multidisciplinarios y actuar rápidamente basándose en unos protocolos pensados y establecidos.

Además, propusieron desarrollar redes de vigilancia sanitaria y formar a los médicos para enseñarles a reaccionar frente a ingresos sospechosos.
Por último señalaron que sería vital incrementar el desarrollo tecnológico en cuanto a las redes de información de los sistemas sanitarios para que los médicos puedan acceder a perfiles de infecciones recientes y mejorar las estructuras para el aislamiento.