El primer ejemplar nefasto es el más fresco. Ocurrió en la Copa del Mundo Brasil 2014, cuando Argentina y Alemania disputaban la gran final. Corrían pocos minutos del segundo tiempo y el partido seguía empatado en cero, cuando el centrodelantero argentino Gonzalo Higuaín corrió hacia el área contrincante en busca de un pase flotante.
Con la vista puesta en el balón, 'El Pipa' jamás se dio cuenta de la salida del guardametas alemán, Manuel Neuer, quien con imprudente vehemencia saltó a disputar el esférico y propinó un rodillazo descalificador al delantero. El referí italiano Nicola Rizzoli no vio nada. Alemania se quedaría con esa final por diferencia de un tanto contra cero.
Otro de los golpes más recordados en los torneos disputados por seleccionados ocurrió en la Copa del Mundo de 1994, disputada en Estados Unidos. Brasil, seleccionado que saldría campeón de esa edición, enfrentaba en octavos de final al equipo anfitrión, cuando una jugada sin trascendencia, cerca de la mitad de la cancha y a metros de un lateral se transformó en un momento trágico.
El uruguayo nacionalizado estadounidense Tab Ramos le tiró un lujo al jugador brasileño, quien en represalia le arrojó un tremendo codazo en el rostro. Las imágenes del golpe son impactantes ya que se puede ver el momento en que Ramos queda duro en el suelo mientras su rival intenta hacerse el desentendido. Pero el referí advirtió la gravedad de los sucesos y expulsó al brasileño. La lesión de Ramos, fractura de cráneo, lo alejaría varios meses de los campos de juego. Leonardo, quien fue sancionado y no pudo jugar el resto del campeonato, se sintió tan culpable que visitó al uruguayo en el hospital.
Esta próxima falta está más cerca de las artes marciales que del fútbol. Ocurrió en otra final, la de Sudáfrica 2010, disputada por España, equipo que saldría campeón, y Holanda. El partido iba empatado a cero, cuando en un balón dividido en medio del campo de juego dio lugar a una espeluznante entrada del neerlandés Nigel de Jong al pecho del español Xabi Alonso. La violencia de la acción dejó sin aire a los espectadores, sin embargo el juez inglés Howard Webb no expulsó al perpetrador, solo lo sancionó con una amarilla. Tiempo después el referí admitiría que no alcanzó a ver con precisión lo ocurrido.
En 1990, Argentina, de la mano de Diego Maradona, defendía el título conseguido en 1986. Los sudamericanos eran favoritos y enfrentaban en su primer partido al débil Camerún. Sin embargo el equipo africano dio la sorpresa y se impuso por un tanto contra cero sobre el campeón. Además del resultado, ese partido será recordado por las terribles patadas que los cameruneses dieron al seleccionado argentino. Una de las más memorables es la que recibió Claudio Paul Caniggia, quien en una maratónica corrida escapó a dos 'guadañazos' rivales, pero encontró el tercero en el pie de Benjamin Massing. El impacto fue tan fuerte que el camerunés perdió uno de sus zapatos. Tras la jugada el africano sería expulsado.
El astro brasileño Neymar da Silva Santos Júnior jamás olvidará al colombiano Camilo Zuñiga, quien durante la Copa del Mundo Brasil 2014 lo dejó afuera de la competencia en su propia casa. De hecho, en una entrevista reciente, 'Ney' opinó el colombiano era el peor jugador del mundo porque fue el responsable de lesionarlo. Sin embargo, gracias al rodillazo del jugador cafetero, Neymar se ahorró la humillación de perder 7 a 1 contra Alemania, que sí sufrirían sus compañeros de equipo.
En el Mundial de España de 1982 el francés Patrick Battiston fue víctima de una brutal agresión del arquero alemán Harald Schumacher. Ocurrió en la semifinal del torneo cuando, tras un pase del magistral Michel Platini, Battiston intentó definir ante la salida del guardameta germano, pero en vez de encontrar el gol se encontró con un alemán que arrojó toda su humanidad sobre su rostro.
En el video puede verse el calamitoso estado en que quedó el futbolista francés quien remarcó en entrevistas posteriores confesó que "lo que más me dolió de aquel partido es que acabamos perdiendo ante Alemania y éramos un excelente equipo. Merecíamos haber llegado a la final".
Quizás la salvajada más espectacular de todos los tiempos fue la que ocurrió en Alemania 2006, en la final que enfrentaba a Italia y Francia. El partido estaba igualado en un tanto para cada equipo y terminaba el tiempo suplementario, por lo que la definición desde el punto penal era inminente.
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Pero una discusión al borde del área italiana llevó a que la estrella de la escuadra francesa Zinedine Zidane le cabeceara el pecho al defensor italiano Marco Materazzi, en una imagen que recorrió el mundo, a punto tal que opacó la definición de la copa, que terminaría en manos de Italia. La acción de 'Zizou' se robó todos los flashes.
