Anteriormente, la embajadora estadounidense ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, declaró que Washington está dispuesto a emprender más acciones en Siria, "si fuese necesario".
"Ayer [martes 13] dimos a EEUU una dura advertencia a través de todos los canales, espero que esos planes irresponsables no sean realizados", dijo Lavrov.
Según Lavrov, los Ministerios de Defensa y Exteriores de Rusia informaron el martes de nuevas provocaciones con armas químicas que se están preparando en Siria, en particular, en Guta Oriental.
"Bajo ese pretexto, la coalición estadounidense planea usar la fuerza, incluyendo contra la capital Siria", advirtió Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa agregó que esos eventuales ataques constituirían "una violación de todas las normas posibles del derecho internacional, de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, así como de las promesas solemnes de Washington de que no busca socavar la integridad territorial de la República Árabe Siria".
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El 7 de abril de 2017 la aviación estadounidense atacó con misiles la base aérea siria de Shairat (gobernación de Homs) con el argumento de que supuestamente desde ahí se había producido tres días antes un ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun.
Los opositores culparon a Damasco, pero las autoridades sirias rechazaron la acusación, alegando que en 2016 la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas había corroborado la completa eliminación del arsenal químico sirio.
La resolución 2254, aprobada unánimemente en diciembre de 2015, fija el objetivo de establecer una gobernanza creíble, inclusiva y no sectaria en Siria, así como un calendario y un proceso para la redacción de una nueva Constitución, para después celebrar elecciones libres y justas bajo la supervisión de la ONU.
La presencia militar de EEUU en Siria
"No cabe duda de que algunos representantes de la dirección norteamericana buscan que EEUU se establezca [en Siria] para mucho tiempo o incluso para siempre y contribuya a la desintegración de la República Árabe Siria", dijo en una rueda de prensa con el canciller turco, Mevlut Cavusoglu.
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Indicó que para conseguirlo EEUU "emplea distintos métodos", como las provocaciones con el uso de armas químicas.
"Se organizarán montajes, en particular en Guta Oriental", alertó.
Lavrov advirtió de "consecuencias graves" si EEUU implementa estos planes.
Situación en Afrín
Por su parte, el ministro de Exteriores turco apuntó que Turquía apoya la integridad territorial de Siria y no atenta contra esta al realizar la operación militar en Afrín, aseguró desde la capital rusa el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu.
"Indistintamente de si se trata del este u oeste de Siria, apoyamos la integridad territorial, y lo hacemos de forma activa, y junto con Rusia e Irán lo decimos y subrayamos en las declaraciones conjuntas", aseveró tras reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
En cuanto a la Operación Ramo de Olivo que el Ejército turco realiza en Afrín, "su objetivo consiste en eliminar a los terroristas en esta región (…) que representan una importante amenaza para nuestra seguridad", y en ningún caso es "apropiarse o ocupar territorio sirio", recalcó.
S-400
"Reaccionamos de modo positivo ante la solicitud de nuestros socios turcos de acelerar los plazos de entrega acordados al inicio", dijo el jefe de la diplomacia rusa en una rueda de prensa en Moscú.
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El canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu, al finalizar negociaciones con Lavrov, señaló que "la rapidez de [entrega de] los suministros concuerda con nuestros intereses" y que es de gran importancia la colaboración ruso-turca en materia técnica y militar así como en otros asuntos, como la solución del conflicto en Siria.
"Creo que (…) el diálogo de los organismos militares funciona bien y lo mismo se refiere a la industria armamentística", concluyó.
En diciembre del año pasado Rusia y Turquía firmaron en Ankara un acuerdo sobre el suministro de dos baterías del sistema S-400.
Cavusoglu había comentado que su país ha sido objeto de críticas y hasta amenazas por la decisión de comprar armamento antiaéreo a Rusia.
El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros; por sus prestaciones, este sistema pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.
