"El encarcelamiento no detuvo nada, todo lo contrario, aceleramos. No son una moneda de cambio", dijo ante los manifestantes Irene Negre, portavoz de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), una de las plataformas convocantes.
Durante el acto, los organizadores leyeron cartas de algunos de los líderes independentistas encarcelados y, además, algunos políticos huidos a otros países para eludir a la justicia española intervinieron por videoconferencia.
El 16 de octubre de 2017 —hace hoy cinco meses— la justicia ordenó el ingreso en prisión preventiva sin fianza de los líderes activistas Jordi Sánchez (por aquel entonces presidente de la ANC, ahora diputado de JxCAT) y Jordi Cuixart (presidente de otra organización independentista civil, Ómnium Cultural).
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Ambos fueron enviados a prisión después de declarar en la Audiencia Nacional por un presunto delito de sedición supuestamente cometido al convocar las protestas del 20 y 21 de septiembre en Barcelona ante la sede de la consejería de Economía.
Posteriormente, la investigación sobre Sànchez y Cuixart se amplió al valorar el Tribunal Supremo la existencia de indicios que le sitúan —junto a casi otra treintena de políticos y activistas catalanes— como uno de los principales impulsores de un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña, lo que según el juez instructor puede enmarcarse dentro de un delito de rebelión.
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En el marco de esa causa el Supremo ordenó también el ingreso en prisión de varios líderes políticos del independentismo, de los que actualmente solo continúan presos dos: el exvicepresidente del Gobierno catalán Oriol Junqueras y el exconsejero de Interior, Joaquim Forn.
