"Hemos advertido y advertimos a Estados Unidos que debe abandonar sin condiciones esos planes", dijo el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov.
Riabkov agregó que Moscú está preocupado por las continuas falsificaciones de supuestos ataques químicos en Siria.
El diplomático advirtió que "[los montajes] podrán seguir en adelante, especialmente considerando los éxitos de las fuerzas gubernamentales sirias en la neutralización de los grupos terroristas en Guta Oriental".
El vicecanciller recordó que Moscú había denunciado varias veces casos similares y el motivo de su inconformidad con el trabajo del Mecanismo Conjunto de Investigación de la ONU y la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) fue que los expertos no presentaron ninguna prueba de que las tropas sirias usaran armas químicas.
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La situación humanitaria en Guta Oriental, prosiguió, ha mejorado mucho, y eso "literalmente les da rabia a los opositores del Gobierno de Damasco" que buscan nuevos pretextos para lanzar acusaciones contra Rusia y las autoridades sirias.
Las provocaciones en Siria, en particular con el uso del arma química, afectan las perspectivas de entablar un diálogo político en el país, declaró el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia.
El vicecanciller reveló que existen fundamentos para suponer que varias estructuras terroristas poseen tecnologías de fabricación casera de armas químicas y pueden recurrir a su táctica predilecta de organizar provocaciones con el fin de lograr que aumente la presión sobre Damasco.
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"Son métodos nada nuevos, pero impactan muy negativamente en la situación general, incluidas las perspectivas del diálogo político sobre la normalización (en Siria)", dijo.
Además, comunicó que el Frente Al Nusra (proscrito en Rusia) con la ayuda de los llamados Cascos Blancos prepara el montaje de un ataque químico en las localidades Al Gabit y Qalb Loze ubicadas a 25 kilómetros al noroeste de Idlib, para lo cual ya fueron suministrados 20 contenedores con cloro.
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El Centro ruso para la Reconciliación en Siria había informado en febrero pasado que los grupos armados que operan en Guta Oriental, un suburbio de Damasco, preparan una provocación con sustancias tóxicas para acusar al Gobierno sirio de ataque químico contra los civiles.
El 7 de abril de 2017 la aviación estadounidense bombardeó la base de Shairat (gobernación de Homs) con el argumento de que supuestamente desde ahí se había producido tres días antes un ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun.
Washington hasta la fecha no ha presentado pruebas que sustenten sus acusaciones.
"Cualquier uso ilegal de la fuerza, similar al ataque a la base aérea de Shairat que tuvo lugar hace un año, sería un acto de agresión contra un país soberano", subrayó Riabkov.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
