Turull no consiguió reunir la mayoría absoluta en el Parlamento de Cataluña.
La votación se hizo de manera pública y en voz alta: uno por uno y por orden alfabético, los diputados expresaron la orientación su voto en voz alta.
La abstención de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), anunciada momentos antes de la celebración del pleno, fue determinante en el resultado.
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Su portavoz, Carles Riera, justificó la decisión argumentando que Turull no presentó un programa "republicano".
"Queremos iniciar la construcción de la República desde la calle y la desobediencia", declaró el portavoz de la CUP al insistir en que el pueblo catalán "no merece más marchas atrás".
Riera rechazó cualquier retorno a la situación anterior a la declaración unilateral de independencia y aseguró que Puigdemont sigue siendo su candidato a la Presidencia.
En su turno de réplica, Turull manifestó su voluntad de "alcanzar un acuerdo" de gobierno "porque es lo que la gente nos pide" y reiteró su intención de establecer un diálogo con Madrid.
Turull fue portavoz del Gobierno catalán durante los momentos críticos del proceso independentista catalán, como el referéndum unilateral de autodeterminación del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración de independencia del Parlamento catalán del 27 de octubre.
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El candidato a la Presidencia, actualmente en libertad bajo fianza, está investigado por el Tribunal Supremo junto a casi otros treinta cargos catalanes por la posible comisión de delitos de rebelión, sedición, prevaricación, desobediencia al Tribunal Constitucional y malversación de caudales públicos durante dicho proceso.
La candidatura de Turull es la tercera que formula el Parlamento catalán de forma oficial después de los comicios del 21 de diciembre, convocados por Madrid tras cesar al Ejecutivo catalán que convocó el referéndum.
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De no resultar Turull investido presidente, la política institucional catalana regresaría a una situación de bloqueo, con la posibilidad de una nueva convocatoria de elecciones.