El portavoz desautorizó las informaciones que circularon desde la mañana del 26 de marzo en el sentido de que el sistema funcionó mal al activarse sin necesidad en varias ocasiones.
Cúpula de Hierro se activó y sus misiles se dispararon para interceptar unos cohetes que en realidad no salieron de la Franja de Gaza.
El portavoz militar recalcó que no hubo ni fallos humanos ni fallos técnicos en el lanzamiento de los misiles antimisiles con los que se pretendía derribar a los cohetes usados por Hamás en sus maniobras y que no se dirigieron contra Israel.
"No hubo ni un error humano ni un error técnico", insistió el general Haimovitch, quien reconoció que Hamás no disparó ningún cohete contra Israel.
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El sistema de defensa se activó por estar "calibrado a una alta sensibilidad", y en varios lugares de los alrededores de la Franja se oyeron explosiones, incluida la importante ciudad de Ashkelón.
"Hubo una 'sobre-sensibilidad' del sistema, pues solo tuvimos cinco segundos para decidir. En el momento en que (algo) se lanza desde tierra hacia territorio israelí, lo consideramos una amenaza", explicó el general.
"El sistema identificó un lanzamiento hacia Israel, hacia la comunidad de Zikim, que funcionó como un misil balístico en todos los respectos. Era una amenaza grave", dijo el general Zvika Haimovitch.
