"Como yo declaré, pese a nuestra indignación por las acciones del Gobierno ruso (al que Occidente acusa de estar vinculado al envenenamiento del exagente ruso Skripal en Salisbury), las relaciones entre nuestros pueblos continúan siendo fuertes y las puertas para el diálogo continúan abiertas", aseguró en un mensaje de vídeo difundido en Twitter.
Как сказал посол Хантсман, двери для диалога между нашими народами остаются открытыми. Если у вас есть вопросы, касающиеся как текущих событий, так и других тем, задавайте их в комментариях к этому видео и посол Хантсман постарается ответить в ближайшее время. pic.twitter.com/oRVHs7EtFQ
— Посольство США в РФ (@USEmbRu) 29 марта 2018 г.
Según el diplomático, "las relaciones entre EEUU y Rusia atraviesan momentos difíciles".
En declaraciones al canal RBC, Huntsman justificó la expulsión de 60 diplomáticos rusos de EEUU, incluyendo 48 empleados de la embajada y 12 personas asignadas a la sede de la ONU en Nueva York, así como el cierre del consulado ruso en Seattle.
"Esta decisión de basa en pruebas muy serias que ha proporcionado la primera ministra del Reino Unido, Theresa May", afirmó el embajador.
La información británica, añadió, convenció tanto a EEUU como a un gran número de otros países.
Según el embajador, durante el medio año transcurrido desde su llegada a Moscú conversó con gusto con los rusos y les propuso hacer nuevas preguntas en la cuenta de Twitter de la Embajada.
Desde el 26 de marzo, una treintena de países, así como estructuras internacionales como la OTAN anunciaron la expulsión de diplomáticos rusos —más de 150 en total— por el caso Skripal a lo que Moscú prometió responder con medidas simétricas.
Infografía: 'Flashmob' de rusofobia: los países que han expulsado a los diplomáticos rusos
Serguéi Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, que es nacional de Rusia, fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en la ciudad de Salisbury, en Inglaterra.
La primera ministra británica, Theresa May, acusó sin presentar pruebas a Moscú de lo ocurrido en Salisbury —que calificó de intento de asesinato— y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.