El 15 de marzo el primer ministro de Eslovaquia Robert Fico tuvo que dejar su cargo tras un escándalo relacionado con el homicidio del periodista Jan Kuciak que había investigado casos de corrupción. El alto funcionario era conocido por apoyar al Grupo de Visegrado y oponerse a Bruselas. En particular, el político optaba por el levantamiento de sanciones antirrusas.
El medio reconoce que el político eslovaco amenazaba a la unidad europea contra Moscú, y el mismo funcionario no ocultaba el hecho de que su renuncia fue impulsada por fuerzas externas, en particular, por el multimillonario George Soros.
Es significativo que en septiembre de 2017 el presidente de Eslovaquia, Andrej Kiska, se reuniera con el magnate estadounidense sin que allí participaran diplomáticos eslovacos.
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Fue casi el mismo día, cuando el primer ministro de Eslovenia, Miro Cerar, también presentó su dimisión. Cabe recordar que el propio George Soros nunca había disimulado su desacuerdo con Cerar en lo tocante a los problemas de migración.
El siguiente país que podría convertirse en un blanco de ataques del influyente inversor es Hungría, la tierra natal de propio Soros, según sugiere VestiFinance. En efecto, el multimillonario invirtió 400 millones de dólares en su país y se mostró dispuesto a influir en sus elecciones.
Por su parte, el Gobierno húngaro se está resistiendo a la injerencia y para ello promueve un proyecto de ley titulado Stop Soros.
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Sin embargo, VestiFinance pronostica que de seguir resistiéndose Hungría, la Unión Europea criticará al Gobierno del país, tachando a las autoridades de ejercer un "régimen no democrático". Las próximas elecciones parlamentarias, que se celebrarán en Hungría el 8 de abril, podrían convertirse en una lucha por conservar la independencia ante la presión de EEUU.
Mientras tanto, 226 de los 751 eurodiputados trabajan para los intereses del financista.
Es decir, cada tres miembros del Parlamento Europeo aparece en 'la lista de Soros', destaca el artículo.
En cuanto a Rusia, fue en 2015 cuando la Fiscalía General del país consideró indeseables las actividades de la organización Open Society fundada por el multimillonario.
Y ahora muchos países europeos se ven obligados a luchar por su independencia ante los ataques del imperio del magnate. Europa es un competidor de Estados Unidos, y Washington —en particular, a través de Soros— trata de debilitarla, según concluye el medio ruso.
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