Y con razón. El conflicto armado lleva consumiendo Siria desde marzo de 2011. Una lucha que ha causado la muerte de miles de personas. El Gobierno del país afirma que sus fuerzas de seguridad se enfrentan a milicias fuertemente armadas y apoyadas desde el exterior.
Lin Istanum, una joven cristiana de Damasco, dice a Sputnik que la felicidad este Domingo de Resurrección es doble porque el Ejército sirio ha liberado Guta Oriental. A mediados de marzo, el barrio cristiano de Bab Toma estaba completamente vacío y la gente solo salía a la calle en caso de extrema necesidad, recuerda John Badur, otro civil. Todo el mundo tenía miedo de unos bombardeos que ya se habían llevado la vida de demasiados sirios.
"En el día de la Resurrección de Cristo, honramos la memoria de quienes murieron en estas calles. Hoy recorremos las mismas en las que se derramó su sangre y honramos su sufrimiento y el de Jesucristo", explica a Sputnik otro sirio de Damasco.
Guta Oriental fue uno de los últimos bastiones de los grupos terroristas Yeish al Islam, Frente al Nusra y Ahrar al Sham, estos dos últimos proscritos en Rusia.
"El hecho de que hayamos podido celebrar [el Domingo de Resurrección] y salir a la calle de procesión quiere decir que la Siria fraternal está renaciendo. Una Siria en la que los pueblos y lo representantes de sus distintas religiones conviven en paz", dice Usef Rizq, y añade que "entre las ramas de palma" encendieron velas, símbolo sirio de la vida desde la antigüedad.
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