Súzdaltsev destacó que las relaciones bilaterales con China fueron uno de los principales temas en la campaña presidencial del actual mandatario de EEUU, Donald Trump.
Sin embargo, Pekín se vio obligado a responder adecuadamente cuando Washington decidió cerrar parcialmente su mercado para productos importados del gigante asiático, aunque eso significara arriesgarse a ser el blanco de la propaganda negativa por parte de Estados Unidos, consideró Súzdaltsev.
"Pero [China] no tenía otra opción. Pekín demostró que el tiempo de las concesiones, de la comprensión y de eludir el conflicto habían llegado a su fin, pues EEUU está metiendo la mano en los bolsillos del país asiático", apuntó el analista a Sputnik.
"Lo único que se puede esperar de las relaciones chino-estadounidenses es que empeoren", concluyó Súzdaltsev.
Desde el 2 de abril, China introduce aranceles del 15% y el 25% para productos importados de EEUU como contramedidas con el objetivo de proteger sus intereses y compensar el daño causado por las medidas adoptadas por Estados Unidos.
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