El 28 de marzo Eslovaquia llamó a consultas a su embajador en Rusia por el caso del exagente ruso Serguéi Skripal, envenenado en Salisbury, sin embargo decidió no expulsar a diplomáticos rusos, lo que exigía Londres.
"El uso de armas químicas es muy serio y si no hay pruebas no podemos juzgar, por eso Eslovaquia tomó la decisión de llamar a consultas al embajador", dijo Grnko.
El diputado recalcó que solo podrán juzgar cuando estén completamente seguros "de que los hechos han sucedido".
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Desde entonces, el Reino Unido y otros 28 países, así como la OTAN, expulsaron a un total de 153 diplomáticos rusos como medida de represalia.
Rusia, que considera infundadas las acusaciones, respondió hasta el momento de manera simétrica a 28 países al ordenar la expulsión de su territorio de 145 diplomáticos extranjeros.