"Sería estupendo, ciertamente, una muy buena noticia; si EEUU vuelve a entrar, potencia en forma muy importante el comercio mundial", afirmó.
Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), dijo que la posibilidad de un regreso de EEUU al acuerdo comercial probablemente responda al enfrentamiento económico que tiene con China.
"A lo mejor es otra de las respuestas [de EEUU] que tiene que ver con la política internacional", expresó.
Sobre la llamada "guerra comercial" que se está desplegando entre Washington y Pekín, Bárcena advirtió que podría ingresar en una "escalada arancelaria" sumamente perjudicial para las economías de la región, "que se han jugado al libre comercio".
Originalmente, el TPP tuvo 12 países que lo negociaron y lo firmaron, pero apenas fue investido presidente, Trump expidió una orden ejecutiva para iniciar el retiro de su país.
Once países —Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam— renegociaron el texto durante 2017 y lo firmaron en marzo de este año, rebautizado como Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, o TPP11.
Además: TPP 11: la ausencia de EEUU no impidió la firma del Tratado Transpacífico de Cooperación
Su entrada en vigor está pendiente de la ratificación parlamentaria de los países que lo firmaron.
Equilibrio entre trabajo y capital
Los Estados juegan un rol vital para asegurar que los trabajadores no negocien sus derechos en inferioridad de condiciones, dijo en entrevista con Sputnik la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena.
En su informe "Perspectivas económicas de América Latina 2018: Repensando las instituciones para el Desarrollo", que se presenta esta sábado en el marco de la VIII Cumbre de las Américas, la Cepal llama a construir un "nuevo vínculo" entre el Estado, los ciudadanos y el mercado, "situando las exigencias y el bienestar de los ciudadanos en el centro".
Según Bárcena, este "pacto social" entre Estado, empresarios y trabajadores, debe apuntar a proteger la capacidad de negociación de los asalariados, "su voz colectiva".
"Eso sí no se debería debilitar, porque ahí se estaría atentando contra estos pilares, favoreciendo más el capital sobre el trabajo", expresó.
Así, un sistema podrá ser "más sólido, más sostenible", siempre que "las ganancias y el capital de una sociedad se distribuyan con mayor equilibrio entre la masa salarial y el capital".
"Siempre es importante que el capital y el trabajo estén en equilibrio", aseguró.
Desconexión
El nuevo informe de la Cepal sostiene que existe una "desconexión" entre los ciudadanos y las instituciones públicas, motivado por un descenso en los niveles de confianza de la población hacia el Estado, la falta de "buenos empleos" y el deterioro cada vez mayor de los servicios públicos.
"Hay como un ambiente de desconfianza general hacia las instituciones", aseguró Bárcena.
Esta desconexión y desconfianza responden también a un cambio en las "aspiraciones" de la sociedad, producto del incremento del número de personas que integran la clase media, dijo la secretaria ejecutiva del organismo.
A su vez, la clase media "vulnerable", aquella que vive con entre cuatro y diez dólares diarios también se ha incrementado, pasando de 34% en el año 2000 a alrededor de 40% en 2015.
Sin embargo, explicó Bárcena, hay una "desigualdad que no se ha logrado superar", y si bien han existido avances, estos "no se han reflejado lo suficiente en la brecha de ingreso, de infraestructura".
"Han incrementado, es cierto, su capacidad de consumo, pero siguen siendo familias con cierta fragilidad", sostuvo la secretaria ejecutiva del organismo.
En el marco de las múltiples actividades que se llevan a cabo en la capital peruana, la CEPAL presentará este 14 de abril el informe "Perspectivas económicas de América Latina 2018: Repensando las instituciones para el Desarrollo, junto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco de Desarrollo de América Latina.