"Hemos puesto en disponibilidad operativa las fuerzas de defensa antiaérea. Los cazas interceptores están de guardia en el aire", declaró Rudskói en una rueda de prensa.
"Para repeler el ataque de misiles se han utilizado los sistemas sirios [de fabricación rusa] S-125, S-200, Buk, Kvadrat y Osa", reveló Rudskói.
En total, según él, EEUU y sus aliados emplearon en el ataque 103 misiles de crucero, incluyendo los Tomahawk de emplazamiento naval, así como las bombas guiadas GBU-38 lanzadas desde bombarderos estratégicos B-1B. Los aviones de combate F-15 y F-16 dispararon misiles aire-tierra, y los Tornado británicos lanzaron ocho misiles Scalp EG.
El resultado del ataque, según él, demuestra "la alta eficacia de los sistemas en el arsenal de Siria y un elevado grado de preparación de sus militares, adiestrados por nuestros técnicos".
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Un alto cargo militar ruso dijo que el ataque de EEUU, Francia y el Reino Unido contra Siria es una respuesta a los éxitos del país árabe en la lucha contra los terroristas.
"Es una respuesta no al supuesto ataque químico, sino al éxito del Ejército sirio en la liberación del país del terrorismo internacional", afirmó el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor General ruso, Serguéi Rudskói.
Semejante acto de agresión, según el militar ruso, demuestra que "EEUU no tiene interés por una investigación imparcial, busca torpedear el proceso de paz en Siria y desestabilizar la situación en Medio Oriente".
"Nada que ver con el objetivo declarado de la lucha contra el terrorismo internacional", agregó.
Con respecto a la anunciada participación de aviones franceses en el ataque, Rudskói dijo que "no se ha detectado".
"Según la información preliminar, no hubo víctimas entre la población civil ni entre los militares sirios", afirmó.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, general Joseph Dunford, afirmó más temprano que el ataque fue dirigido contra tres instalaciones relacionadas con el programa sirio de armas químicas —dos, al oeste de Homs y una en la zona de Damasco— y que los aliados se habían cuidado de minimizar el riesgo para civiles.
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Según el Pentágono, que no ha desvelado por el momento las bajas, se trata de una represalia puntual y por ahora no se prevén más ataques.
