"Yo no sé con qué dinero se pagaron esas urnas de los chinos del 1 de octubre, ni la manutención de (Carles) Puigdemont, pero sé que no con dinero público", afirma.
"La malversación no requiere sólo desvío de fondos: es también abrir un recinto público para un acto político ilegal, por ejemplo", señala al agregar que "por eso hay una investigación judicial en marcha."
Además, recuerda que España dispone de otros mecanismos y que el Estado "puede impedir presupuestariamente la independencia", que es exactamente "lo que hemos hecho".
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"También hemos sacado lecciones para el futuro", añade el ministro.
"Hay una crisis de ingreso del Estado que impide asumir las facturas y llega [el expresidente catalán Artur] Mas y pide un pacto fiscal, ¡pero si no teníamos ni para los proveedores!", sostiene.
El ministro de Hacienda también rebate a quienes critican al Gobierno español por no haber actuado antes.
"A nosotros nos habían elegido para salir de la crisis, otros creen que te eligen para evangelizar, pero estábamos operando a un paciente a vida o muerte", se defiende al contextualizar el caso catalán dentro de la crisis económica.
"Yo tengo indicadores semanales de cómo va Cataluña: las ventas vuelven a subir, se están recuperando", concluye Montoro.
