En un discurso, al citar los comicios, aseguró: "Cuando cabrá a la población definir de forma libre, legítima, transparente e incontestable la voluntad nacional; una vez definido el resultado de la disputa unámonos como nación", pidió.
El máximo representante de los militares brasileños también destacó que la violencia, la banalización de la corrupción y la impunidad son amenazas a la democracia y pueden perjudicar la estabilidad.
"No es posible permanecer indiferente ante los más de 60.000 homicidios por año en el país, la banalización de la corrupción, la impunidad, la inseguridad ligada al crecimiento del crimen organizado y la ideologización de los problemas nacionales; esas son las amenazas reales a nuestra democracia", dijo.
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El comandante del Ejército remarcó que los militares se mantenían "atentos" a sus misiones instituciones y que el Ejército compartía "el anhelo de todos los ciudadanos de bien de rechazo a la impunidad", y aunque no citó directamente a Lula sus palabras se interpretaron como un posicionamiento político, algo que los militares tienen prohibido por ley.
Además, previamente, un militar en la reserva, Luiz Gonzaga Schroeder Lessa, también afirmó en una entrevista radiofónica que si el Tribunal Supremo Federal deja a Lula en libertad "sólo quedará el recurso de la reacción armada".
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Brasil vive un clima muy polarizado desde que se produjo el polémico "impeachment" de la expresidenta Dilma Rousseff (2003-2011), situación que se agravó con la entrada en prisión de Lula, ya que agrandó las diferencias entre el espectro político de izquierda y de derecha.
El expresidente Lula (Partido de los Trabajadores) se mantiene como candidato para las elecciones y aparece como favorito en todas las encuestas, a pesar de que es muy difícil que pueda participar, puesto que está cumpliendo una condena de 12 años y un mes por presuntos delitos de corrupción y blanqueo de dinero.