"En 2017 la OPAQ realizó inspecciones en los laboratorios del mencionado centro de investigación científica, como resultado fue confirmado la ausencia de cualquier actividad relacionada con el desarrollo y la producción de sustancias tóxicas", dijo a la prensa.
"Su análisis no identificó sustancias tóxicas en la instalación destruida (…) eso muestra que en dicho centro de investigación científica desde hace mucho tiempo no se había realizado trabajo con sustancias tóxicas", indicó.
Según Rudskói, en otra instalación siria atacada a mediados de abril por EEUU y sus aliados, el almacén subterráneo de Him Shinshar, en la provincia de Homs (centro), "nunca se desarrollaron ni se guardaron armas químicas".
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Agregó que en la parte superficial de ese almacén tampoco hubo sustancias tóxicas.
"Justo después de los ataques en esas instalaciones destruidas estuvieron muchas personas que trabajaban allí y simples curiosos, sin ningún medio de protección; ninguno de ellos resultó afectado por sustancias tóxicas", subrayó.
Rudskói cuestionó la lógica de las cúpulas militares de EEUU, el Reino Unido y Francia a la hora de elegir esas instalaciones sirias como blancos de sus ataques.
Varios grupos de la oposición y ONG relacionadas responsabilizaron a principios de abril al Gobierno de Siria de un supuesto ataque químico contra la ciudad de Duma, en Guta Oriental.
A solicitud de Damasco y Moscú —que han desmentido el presunto ataque químico al calificarlo de un montaje— la Secretaría Técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) decidió enviar un grupo de expertos para realizar una pesquisa in situ.
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En abril de 2017, EEUU bombardeó con misiles la base de las fuerzas gubernamentales sirias en Shairat, provincia de Homs (centro), después de que la oposición siria informara de 80 muertos y 200 heridos tras un presunto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun de la provincia de Idlib (noroeste).
