Formalmente, la propiedad pertenecía a la sociedad Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, registrada en EEUU. Esta organización, fundada en 1884, es utilizada por los Testigos de Jehová en sus actividades internacionales.
En abril de 2017, el Tribunal Supremo de Rusia reconoció a los Testigos de Jehová como una organización extremista y prohibió sus actividades en el territorio del país. Se dictaminó que todos los bienes de la organización deberían ser incautados a favor del Estado.