"Han tergiversado toda la información (…), el tema socioambiental ha afectado a las empresas y, bueno, hemos considerado y vamos a suspender las inversiones en [la Reserva Nacional de flora y fauna] Tariquía", lamentó el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez.
El ministro advirtió que por esta suspensión de inversiones el departamento de Tarija, fronterizo con Argentina, dejará de percibir regalías por un valor mínimo de 2.000 millones de dólares.
"Políticos mezquinos, Gobernación, Alcaldía, asambleístas departamentales y nacionales y Comité Cívico, no han permitido los proyectos", afirmó Sánchez.
Puntualizó que esas autoridades y dirigentes, todos de oposición, guardaron silencio y dejaron solo al Gobierno nacional frente a las ruidosas protestas de grupos representantes de indígenas que denunciaron presuntos daños medioambientales de la futura exploración de gas.
Hace diez días, el presidente Evo Morales anunció la suspensión de otra inversión de 1.000 millones de dólares en el proyecto hidroeléctrico Rositas en el departamento de Santa Cruz (sureste), gobernado también por la oposición.
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El mandatario dijo que el proyecto quedará paralizado hasta que se resuelva una demanda judicial de una comunidad campesina que cuestiona el perjuicio potencial que causaría ese proyecto por la inundación de millares de tierras cultivables.

El proyecto Rositas, actualmente en fase de diseño final, está a cargo del consorcio formado por las empresas chinas China Three Gorges Corporation, China International Water & Electric Corp. y Ritko.
La obra, que incluye una planta eléctrica de 600 megavatios de potencia, sistemas de control de inundaciones y una red de riego de 140.000 hectáreas, es parte de un ambicioso plan de exportación de electricidad.
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