“Tras nuestra actualización de esfuerzos globales en integridad electoral hemos decidido detener todos los anuncios relacionados con el referendo irlandés de la octava enmienda”, ha señalado un portavoz de la compañía electrónica.
Es la primera actuación de autocensura en las redes sociales durante una campaña electoral desde la quiebra de la consultora Cambridge Analitica por supuesta manipulación de datos de usuarios de Facebook en el proceso presidencial que dio la victoria a Donald Trump en Estados Unidos.
Para la campaña antiabortista el cierre de las principales redes sociales a los mensajes publicitarios es un “intento de amañar” la consulta en su contra.
En cuestión está una enmienda constitucional de 1983, la “octava” modificación, que reconoce el mismo derecho de vivir de una mujer embarazada como del feto.
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“Les preocupa que podemos ganar e intentan silenciarnos, es un escándalo y completamente inaceptable”, protestan en un comunicado los grupos Save The 8th (Salvad la 8ª), Pro Life Campaign (Campaña Pro Vida) y el Instituto Iona.
La última encuesta de intención de voto apunta a un acercamiento de posiciones, con una ajustada victoria del Sí al cambio liberalizador propiciada desde los centros urbanos.